martes, 4 de agosto de 2009

Sueño real [1° parte] *


Recuerdas ese domingo de verano? ese donde comimos panqueques y hacía mucho calor, la música de fondo decía una y mil veces 2 simples palabras que hasta el día de hoy no paro de demostrarte. El beso de aquel día es el mejor que pude tener en mi vida…un beso mezclado por los nervios, por el amor y por la desesperación de demostrar algo que aun no se declaraba…el 5 de febrero del año 2006, el mejor día de mi vida creo yo, después de haberte conocido, ya que quién iba a decir que pasarían tantas cosas entre tú y yo?

Con el tiempo pude darme cuenta que eras para mi, aunque hubiéramos tenido tantas diferencias, tantos gustos diferentes, y claro está, que hace 3 años se acentuaban mucho más si yo era tan diferente a ahora, éramos tan diferentes a ahora…y mi corazón empezó a enamorarse de ti y fue todo tan de pronto pero a la vez lo más lindo que se puede sentir hacia una persona, empecé a hacer cosas que no había hecho antes, comencé a crecer junto a ti, viajaba cada vez que podía para verte y si pasaba un día que no pudiera era el peor de todos, cada día que no te tenía en frente era así y era casi una utopía bajarme del bus y buscarte con la mirada, para luego correr a abrazarte como si fuera un último abrazo.

Cometimos muchos errores, nos dijimos muchas cosas feas, pero vivimos muchas cosas hermosas…cosas que jamás olvidaré y espero que tú tampoco, y si las recuerdas quisiera que lo hicieras con una sonrisa y no con esa pena que te recuerda lo peor que pude haber hecho. Éramos pequeños, vivimos una relación de 1 año y 4 meses que finalmente corté por no pensar lo que hacía, por dejar que me taparan los ojos y acentuar lo más mínimo e insignificante para dejar de lado a la persona que no me daba cuenta, era el amor d mi vida.

Pasó mucho tiempo y dejaste de hablarme, dejamos de hablarnos…tú, porque pensabas que ya no me importabas, y yo, porque me sentía un estorbo en tu vida y quería dejarte tu espacio, que vivieras tranquilo, cuando en realidad queríamos todo lo contrario.

Me duele acordarme de ese tiempo, y sé que a ti también, pero es parte de nuestras vidas y creo que llegó el momento de comenzar a recordarlo como un acontecimiento que Dios nos puso en nuestras vidas, como una prueba de qué tan fuertes podemos llegar a ser y cómo aprender a superarla. Toma tiempo, pero seguir con esa pequeña espina en nuestra piel no vale la pena ahora, sólo queda vivir el presente y proyectarnos al futuro, y lo más importante: ser feliz y mucho más si es contigo.

Pasaron 2 largos años, que viéndolos desde mi vida, fueron más malos que buenos, empezaba una nueva vida para mí luego de haber sufrido mi primera caída después de dejar de verte…creía que todo lo malo se había superado y que no volvería a caer en pensamientos que no me dejaban seguir adelante, pero no fue así.

Cada día que pasaba me acordaba de ti y era triste pensar que no te tenía ni como amigo, tenía nostalgia de muchas cosas y me sentía más sola que nunca en un ambiente que no podía controlar donde los amigos a los que solía llamar me traicionaron. Fue en ese momento donde volví a caer, las cosas se me vinieron encima y por segunda vez no pensé las cosas, en esa noche de Junio encerrada en el baño donde pensaba en todo lo que había vivido, pensaba más que nunca en ti y como tonta le preguntaba a Dios por qué me pasaban estas cosas…en un momento pasó mi vida en un segundo, y es que es verdad, que cuando piensas que vas a morir tu vida entera pasa por tu cabeza, y eso me pasó mientras tenía un puño justo en mi boca y lloraba acordándome de ti principalmente, me hacia muchas preguntas donde no recibía respuesta. Luego de eso me puse a dormir y los días que siguieron fueron con licencia, y es que Dios no quería eso para mí y me salvó de una de las tantas decisiones erróneas que hice.

Quería un cambio en mi vida…mi mamá de vez en cuando me preguntaba por ti, hasta que luego de un tiempo dejó de hacerlo porque siempre mi respuesta era la misma: “no sé, no he vuelto a hablar con él”. Muchas veces pensaba y hasta soñaba en viajar e ir a verte a Rancagua para llegar y decirte: “Michael, estoy aquí” pero cada vez que se me pasaba por la mente el miedo me llenaba el alma y me desviaba de ese pensamiento tratando de evitarlo. También a veces aparecían fotos o imágenes en la televisión de gente que se parecía a ti, y siempre mi mamá decía: “mira! El Michael!” y nos reíamos juntas pero dentro de mi recordaba todo…pero todo lo que viví contigo y comenzaba mi arrepentimiento, para luego resignarme y tratar de dejarlo todo hasta ahí porque pensaba que no volvería a verte nunca más y de nada servía llorar sobre la leche derramada. Por momentos creí al fin despegarme de todo y me sentía libre ya que acordarme del mayor error de mi vida era como abrir la herida más profunda que pude tener y al hacerlo tantas veces sin querer era como tener una cicatriz y abrirla con un cuchillo. Pero ya ves como fueron las cosas, volvía a caer en recuerdos y nostalgia donde poco a poco y con mucho tiempo pude empezar a mirarlos de otra manera, a buscarle el lado positivo a todo y dejar de lado los recuerdos malos y tristes.

Con el tiempo y ese pensamiento positivo también aprendí a ver la vida de otra manera, a borrar de mi mente las ganas de castigarme y dejar de existir, y es que si te das cuenta mi cambio en mi forma de vida tiene tanto que ver contigo! es increíble pero así es, de lejitos seguiste enseñándome cosas y creo que gracias a la ayuda que Dios me dio también pude salir de ese abismo donde me encontraba y comencé a ser realmente feliz, esta vez era de verdad, sin nada malo dentro de mí y atrás quedó la niña que lo pasaba mal siempre por cualquier cosa. Me hiciste crecer de tantas formas y eso nunca te lo voy a dejar de agradecer.

Ese cambio que quería para mi vida comenzaba a realizarse porque ahora estaba segura que podía hacerlo y lo quería con todo mi corazón…aún seguía tu recuerdo pero esta vez era diferente, ya no te recordaba con pena y a la vez cariño, sino que ahora pensaba en ti de una forma tan linda que me daban ganas de volver a hablarte pero me frenaba una y otra vez porque no sabía qué era de ti, lo que pensabas y mucho menos si querías volver a saber de mi y fue así que comencé con el mismo pensamiento que me acosaría una y otra vez en el futuro: “ahora no, más adelante”. Sabes? de haber sabido lo que pensabas de mi habría corrido al pc y te hubiera buscado de cualquier forma pero las cosas no se dieron porque quizás Dios no quería aún…quién sabe a lo mejor era muy pronto y no viviríamos lo que pasa ahora, en este minuto, en estos días tan utópicos que a veces ni me los creo.

Quizás porque debía vivirlo, conocí a una persona que me hizo sentir bien, y creí volver a enamorarme pero luego de 6 meses me di cuenta que no, que a lo mejor uno se enamora una vez en la vida y es con quien se quiere pasar el resto de su vida. Aún recuerdo esa noche de Mayo de este año, ya los días me acosaban con ese pensamiento hasta que no aguanté y me metí a mi blog a escribirte un par de cosas que ya hace rato no podía sacar de mi corazón y no lo podía compartir con nadie porque sabía que nadie me entendería. Lloraba a tal punto que no veía el teclado y me preguntaba por qué lloraba al pensar en ti, quizás era mi corazón el que estaba empezando a fluir y no quería darme cuenta, era obvio si aún estaba con esa otra persona. Pensé que luego de desahogarme en mi blog esa tristeza se iría pero no, seguía y cada minuto que pasaba era más fuerte, me sentía mal, me dolía el corazón y la garganta se me apretaba cada vez más..y no aguanté más! cambié de página y casi como arriesgándome a lo peor, te escribí un tímido e inseguro mail a ver si me respondías y sólo así mi vida tomaría el color que necesitaba. Esa noche mientras trataba de dormir y de mis ojos caían lágrimas, le pedí a Dios que me ayudara para que todo saliera bien y si no salía como quería que me diera la fuerza suficiente como para superar todo. Pasaron los días y no me respondías, creo que ha sido la espera más larga de toda mi vida y la tuve que vivir en silencio, sin contarle a nadie hasta estar segura de si me respondías o no…hasta ese sábado que, durante la tarde, me metí a revisar si tenía algo, y ahí estaba tu respuesta! fue tan fuerte y a la vez emocionante que no podía gritar y casi con mi mano temblando lo abrí para empezar a leer. Estaba feliz de saber nuevamente de ti, de saber que realmente querías ser mi amigo y que principalmente no me odiaste nunca, y se me llenaron los ojos de lágrimas, no estaba muy segura del por qué pero al fin y al cabo te tenía en mi vida nuevamente y con eso estaba tranquila.

El día que volvimos a hablar estaba muy triste ya que había terminado recién con esa persona, cómo me hubiese gustado que nuestro reencuentro por msn hubiera sido de otra manera, pero las cosas se dieron así y fue para mejor. Las conversaciones eran larguísimas, tanto que cada día de clases que iba teniendo tenía sueño, conversábamos hasta las 5 de la mañana muchas veces y era como volver a los viejos tiempos cuando nos conocimos…y poco a poco comencé a sentir algo que no sentía hace años y ese vacío, que no entendía por qué lo tenía, comenzó a llenarse pero esta vez todo era tan diferente y tan lindo que llegaba a ser como un sueño y no me la creía, no podía creer que te tenía de vuelta y aunque no fuera en persona ya tenía la esperanza de volver a verte.

Y ese día llegó! recuerdo que mientras iba caminando a nuestro encuentro mi estómago se apretaba y pensaba en tranquilizarme, que de nada iba a servir estar mal del estómago por andar nerviosa y respiré hondo para caminar más y más rápido… cuando llegué no vi a nadie y te mandé un sms, y estabas adentro así que me paré y comencé a caminar lento para mirar cada persona a la vista y encontrarme con tu cara, mi corazón no daba más de tan rápido que latía y de repente miro y estabas tú, parado al lado de una pared y el mundo se detuvo para mí para luego sacar una inmensa sonrisa que no podía evitar…hablamos tantas cosas ese día que me alegra haberlas hablado, se aclararon tantas dudas y la verdad que ese fin de semana fui realmente feliz.

Luego me tocó viajar a mí, ese día nunca lo olvidaré y mucho menos el beso que te salió de la nada, y sabes? me sentía como una niña recibiendo su primer beso…así de feliz estaba, así de nerviosa estaba. También volví a ver a tu familia y fue tan extraña la experiencia que no creía que estaba allá, que me habías besado, que todo esto iba a comenzar nuevamente y realmente puedo decir que volver a vivir estas cosas es lo mejor que me puede pasar en la vida, siento que Dios me está devolviendo algo que perdí hace mucho, casi como un regalo y de verdad que estoy eternamente agradecida de todo esto.

Creo que muchas cosas ya las sabes mi elfo, pero hoy te puedo decir que soy la Hami más feliz del mundo, y lo más importante: no puedo serlo si no es junto a ti…no quiero y no puedo.

Te adoro de aquí al infinito mi Mkl =)

0 par de alas:

You Know Where to Find Me *